En una cacerola, hierve dos tazas de agua por cada taza de arroz, sal y 1/2 cucharadita de aceite (opcional). Agrega el arroz sin lavar, mezcla con una cuchara y reduce a fuego lento. Tapa y cuece hasta que se absorba todo el líquido. Esponja con un tenedor.
En general, se combinan todos los ingredientes utilizando de 1/4 a 1/2 taza menos de líquido que en el método de la estufa. Enciende la olla arrocera, ésta deja de cocinar al detectar automáticamente un aumento de temperatura que ocurre cuando el arroz ha absorbido todo el líquido.
Engrasa un molde o charola para horno y coloca de manera uniforme una taza de arroz, 2 tazas de agua hirviendo, 1 cucharadita de sal y 2 cucharadas de mantequilla separadas en pequeñas porciones. Cubre con papel aluminio. Precalienta el horno a 200 °C y cocina por 20 – 25 min.