En todo ello destacan un aumento creciente en la preferencia por fuentes de proteínas de origen vegetal, alimentos regionales (que no tengan que recorrer grandes distancias para llegar a los puntos de venta), así como un interés por el consumo de frutas, verduras, cereales y semillas de leguminosas y oleaginosas.
Por varias razones, entre ellas porque su producción (comparada con la de carnes rojas) es más amigable con los recursos naturales (sostenibilidad), otra razón de tal tendencia es que los alimentos de origen vegetal son fuentes de fibra y de sustancias llamadas bioactivas porque tienen actividad antioxidante, además de contener minerales y vitaminas que participan en el buen funcionamiento del sistema inmunitario. A esta tendencia de más vegetales y menos cárnicos se le conoce como Plant-based o Alimentación Basada en Plantas.