En términos generales se puede decir que la alimentación tradicional mexicana es la que se comparte y tiene arraigo sociocultural entre la población; se caracteriza por la presencia primordial de cereales como el maíz y sus derivados.
Aunado al maíz, las verduras y las leguminosas son básicas en los platillos considerados de tradición, destacando: variedad de chiles y quelites, calabacitas, jitomate y frijoles.
No extraña que dichos alimentos sean de consumo tradicional, ya que su origen data de la época prehispánica. Pero la cocina mexicana no solo es lo prehispánico, también incluye alimentos y técnicas culinarias de origen europeo, africano y asiático que llegaron a México hace siglos. De esa manera se conformó lo que hoy consideramos un patrón de alimentación tradicional, con platillos tan sencillos o tan elaborados como una sopa de hongos, un arroz a la mexicana, o un pozole.
La alimentación tradicional se ha enriquecido con diversidad de ingredientes y de métodos de cocción, es una expresión cultural que se va matizando en cada hogar de acuerdo a los gustos, necesidades, modos de vida, festejos y creencias.
Sin embargo, no todos los alimentos de la tradición continúan consumiéndose de manera cotidiana, por ejemplo la gran diversidad de hojas de temporada llamadas quelites han caído en olvido, entonces vale mucho la pena rescatar el aprovechamiento de quelites, entre ellos: quintonil, quelite cenizo, verdolaga, acelga, alache, chepil, huauzontle, epazote y otros que se producen en cada región. Otros alimentos cuyo consumo vale mucho la pena rescatar son los frijoles, por ejemplo: negros, bayos, flor de mayo, vaquita, amarillo, ayocote, etc.
Y que decir de frutas y verduras de producción local y de temporada como el zapote negro, ciruelas amarilla y roja, capulín, pitahaya, tuna, chirimoya, tejocote, calabacita criolla, calabaza amarilla y chicozapote.
Todos esos ingredientes y más, pueden ser integrados a la alimentación cotidiana y combinarse en enorme variedad de preparaciones culinarias; comer variado y combinado es parte de la alimentación considerada correcta, también lo es el incluir platillos que nos identifican social y culturalmente. Desde luego que debemos procurar no abusar de la sal, azúcar, ni grasas.
Fuentes:
-· Galán-Ramírez GA. Patrón de alimentación en México. Revista Digital Universitaria, Vol. 20, núm. 1 enero-febrero 2019. En:https://alimentacionysalud.unam.mx/patron-de-alimentacion-en-mexico/
· Gomez-Delgado Y, Velázquez Rodríguez. EB. Salud y cultura alimentaria en México. En: https://www.revista.unam.mx/2019v20n1/salud-y-cultura-alimentaria-en-mexico/
· UNESCO. La cocina tradicional mexicana: una cultura comunitaria, ancestral y viva y el paradigma de Michoacán. En: https://ich.unesco.org